2024.10.31
Mochi
Encuentro casa, antes de llegar a Piloña. Es la primera casa que visito y tengo claro que es la mía.
Empiezo a buscar casa por la zona. Me llama intuitivamente la zona próxima a la ría de Villaviciosa. Mañana tengo un par de visitas, una en el concejo de Cabranes y otra cerca de Infiesto, en Piloña. De camino a Villaviciosa voy a visitar una exposición del cantante asturiano Rodrigo Cuevas en el centro de
Están siendo estos unos días tumultuosos. Desde que salí de casa de Edu y tras una nueva rápida ida y vuelta a Logroño de estas que llevo haciendo desde hace tres meses para dejar mis cosas en el trastero de casa de mi madre, me instalo en casa Villa invitado por Laura. Llevo aquí algo
∞ Sueño ∞ Toni V me persigue. Me persigue a mí y a mi grupo de amigos y amigas de Ribes. Entre todos ellos reconozco a Laura V. En un momento, Toni nos hace ponernos a todo el grupo un vestido verde, una prenda femenina, muy liviana con la que somos muy vulnerables y, así,
∞ Sueño ∞ Mama y yo. Aunque no se ve en el sueño es evidente que tenemos una relación sexual. Estamos frente/junto a un montón de mujeres en una especie de sala de espera: grandes bancos corridos en una sala en un ruinas, abierta al exterior (como en «El Cielo sobre Berlín»). Ambiente de posguerra,
∞ Sueño ∞ No sé como caigo en la casa de un camarero hindú. No es exactamente mi amigo. Es como si mi alma neutra estuviera de visita en una personalidad concreta desempeñando un rol determinado. ¡Hoy me meto en el mundo de un camarero hindú migrado a una gran ciudad occidental! Estoy solo en
Alba-la-Romaine // De hecho, el lugar parece haber estado esperándome porque planto la tienda sobre un terreno que tiene una marca de hierba seca como si una tienda ya hubiera estado aquí plantada y, a su lado, unos tronquitos cuidadosamente dispuestos me invitan a hacer fuego en la piedra hueca en cuyo interior se hallan.
Espinavell ~ Ribes // Está todo nublado en extremo. Da igual, tengo que salir ya, es el momento. Quemo papeles que no necesito para calentarme las manos y que no se me congelen mientras recojo la tienda mojada. Y así, con mucha concentración, coy desmontando el chiringuito para irme aún con niebla y bajar hasta