2020.03.20

Camprodon ~ Espinavell (Molló) //

Me levanto sin ganas, muy denso, enfadado después de un montón de tiempo dando vueltas en la cama y dándole vueltas a la cabeza. Se rumorea cada vez más que el encierro durará más de los quince días decretados por el gobierno, de los cuales llevamos ya cinco. El ejército empieza a tomar las calles. Toni está cardiaco. Yo también. Ya me quiero ir pero no sé a donde. Empiezo a considerar volver a Ribes pero aún fantaseo con la idea de cruzar clandestinamente a Francia. Intento recoger mis cosas pero no puedo concentrarme para hacerlo. Había venido aquí con la idea de adelantar trabajo pendiente y así tirar un montón de papeles que me pesan pero no he podido adelantar nada. Me acuesto un rato a mediodía sobre todo el caos de papeles cosas sobre la cama. Entra Toni y me pide que me vaya. Me levanto súbitamente, enfurecido y me pongo a destrozar mis papeles: los mapas, los apuntes de mis diarios… estoy colapsado. Sé que esto no es ninguna solución pero me sirve de acicate para recoger todo de cualquier manera (papeles rotos y arrugados incluidos) y salir inmediatamente. Lo de Toni es demasiada paranoia.

Nada más salir empiezo a sentirme mejor. Una sensación de elevación de la frecuencia me embriaga al adentrarme en el camino que, paralelo a la carretera que va a Molló, tomo para adentrarme en las montañas. Unos días en el monte me vendrán bien para decidir qué voy a hacer. Comienza la primavera.

Sigo la ascensión por un camino tras pasar Molló y decido parar en un gran campo para ganado vacuno. Es un lugar magnífico y solitario. Estoy a 1.300 metros sobre el nivel del mar, rodeado de montañas. Frente a mí, a lo lejos, las pistas de Walter 2000. Más cerca se divisa un pueblito que debe ser una pedanía de Molló, alguna casa dispersa entre los campos y algún área dispersa de bosque. Hace muy buen día. Voy a dar un paseo por la zona antes de montar la tienda. Subiendo, a unos 15-20 minutos hay un riachuelo en donde me abastezco de agua. El único movimiento humano que observo es el de un tractor en unos campos al otro lado del valle. Tractor que luego pasará junto a mi tienda por el camino que he tomado para ir al riachuelo y al que evito. Tengo paranoia, un poco influido por Toni, de que me cause algún problema la gente por estar aquí. Me echo una siesta cuando monto la tienda, aún de día y cuando me despierto ya es de noche.

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