PLAYA DE LAS SALINAS DEL CARMEN
He dormido muy bien, se nota el efecto de la colchoneta nueva. No tengo muy claro donde estoy ni como continuar. Tampoco tengo agua. Soluciono estos dos temas cuando me acerco a la tienda que está acampada frente a la playa en donde hay una pareja de locales. Anoche hable con el y se ofreció a ayudarme en lo que necesitara. Me doy un baño después de hacer un poco de yoga y de dar un paseo de reconocimiento de la zona del barranco. El agua esta fría y revitalizante. Para cuando estoy comiendo algo, son las 13 h. Ya no tengo ganas de salir. Hoy es un dia-de-viento-más-de-lo-acostumbrado y además estoy en modo contemplación-dejar-que-la-vida-pase-sin-que-yo-haga-nada. Me paso la tarde tumbándome, meditando, moviéndome suavemente con pausas para leer o dibujar una aulaga. Al final de la tarde me dedico a ver qué le ocurre al portabultos. Compruebo que los hierros están totalmente doblados. No sé como porque por momentos parece todo perdido, consigo enderezarlos y ajustarlos al cuadro de la bici para seguir pedaleando al menos hasta llegar a Puerto el lunes y pasar por un mecánico. Ya sabia yo cuando compre este portabultos en Mas Palomas que no era muy resistente y no me duraría mucho.
Antes de que anochezca vuelvo a acercarme a los de la tienda que me vuelven a dar agua pero además pan y chorizo, lo que me va fenomenal porque estoy agotando existencias y no sabría que cenar hoy. La mujer me cuenta que su hija ha recorrido el mundo en bici, por eso se ha solidarizado conmigo enseguida. Para las 21:30 h ya estoy durmiendo.