2015.09.07

Pina de Ebro ~ Gelsa //

Y lloro esta mañana cuando me despierto al amanecer y venciendo cualquier tipo de autocomplacencia compasiva me pongo las botas y me voy a buscar la zapatilla que perdí anoche. En medio de la búsqueda, le comento mi problema a una mujer con la que me cruzo en el camino. Cuando ya estoy volviendo al campamento sin haber encontrado la zapatilla, me la encuentro a la entrada del pueblo junto a unos calcetines y un culotte que también había perdido sin darme cuenta. Dibujo un corazón con unas piedras en el lugar del hallazgo mientras lloro de alegría.

Sofía me envía este retrato hecho por un alumno suyo de la cárcel.

Ya tengo ganas de continuar el viaje; creo en la gente, quiero a la gente y eso me anima. Siento que quiero formar parte de una comunidad, sentirme parte de un pueblo. Tengo ganas de quedarme aquí aunque voy a volver a Ribes porque allí estoy emocional y físicamente más instalado, de momento…

Mientras desayuno tranquilamente en la tienda decido deshacerme del carro. Se me ocurre que estaría bien intercambiarlo por un portabultos de bici convencional para poder seguir viajando en mejores condiciones. Así que me paso toda la mañana ingeniando como llevar lo mismo que llevaba en el carro pero sin el carro. Después, me dedico como una hora a limpiar el pinar donde he dormido, que está lleno de plásticos, como agradecimiento por todo lo que ha significado esta noche y con la basura lleno el carro antes de deshacerme de él. Paso por la única ferretería del pueblo y, muy amablemente, el propietario de la misma me regala un portabultos de su hija que ya no utiliza y que instalamos juntos. Completamos el sistema de portaequipaje con una madera y una caja de verduras. No me cobra un duro

Salgo de Pina como a las 19:00 h, con la rueda de atrás semi deshinchada. Ya empezaba a ir así desde ayer pero ahora con el peso es mucho peor. Es tarde y no sé si cambiarla o ir hinchándola cuando lo necesite, lo que termino haciendo cada dos por tres. Llego al término municipal de Gelsa ya anocheciendo, después de haber pedaleado/andado tan sólo diez kilómetros. Paro en un mirador y bajo éste, acampo al cobijo de unos árboles frente al río, en un lugar en el que por los restos humanos se nota que ha habido pescadores hace poco.

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