2015.08.16

Hoy es la víspera del viaje. Tengo miedo. Tengo pequeños dolores en diversas partes del cuerpo que achaco a la bici. No me siento ni seguro ni preparado. Ayer quedé con uno para que me vendiera un sillín que al final no compré.

∞ Sueño ∞
Frente a mí, en una calle amplia y desierta, una tienda de sillines, de bicicletas. Hay un montón de ellos apelotonados en un cesto, son muy accesibles. Más allá de la calle hay otro lugar donde me entretengo más. Nunca acabo de ir a mirar el sillín que necesito y no sé porqué.

Se me mete una oca en casa. Se instala en mi pisito de Aiguadolç sin mi permiso. Al principio me da un miedo terrible porque es muy agresiva. Me ataca, viene hacia a mí desafiante. La intento dominar bloqueándola por la cabeza. Como en aquella ocasión en el 68, utilizo un taburete como arma de defensa. El taburete no tiene asiento, así que funciona como un marco que oprime la cabeza de la oca al bloquear su avance. Veo como se está poniendo azul de la presión y no lo soporto porque no quiero hacerle daño.

Entonces la Oca se transforma en un bello y fascinante gay adornado con grandes plumas. A partir de aquí siempre tendrá este aspecto, me hago su amigo y voy con él a todas partes. Pero él no me espera sino que va completamente a su rollo. Es una energía completamente libre, animal, valiente y descarada.
Vamos a un espacio cultural en donde hay peluquería, cibercafé, bar… un lugar de encuentro y de trabajo lúdico de gente creativa. Bueno, entra él y yo le sigo. Cuando estoy dentro en realidad no sé dónde estoy, me siento desubicado. Un perro negro tipo Rufus, muy grande, me gruñe y saca los dientes ante la impasibilidad de unas mujeres que son conscientes de la escena desde la peluquería, un poco más arriba subiendo unas escaleras.  

El perro se me acerca y me hunde el hocico en la nalga derecha. Noto su morro como si fuera la punta de una pistola. No quiero que huela mi miedo así que me mantengo quieto, controlando mi pánico, esperando a que pase. El perro se va en el momento que comprueba que soy un alma inocente, que tengo buenas intenciones.
Subo al piso de arriba del espacio. El lugar es oscuro y con el techo bajo pero no es agobiante. Hay unas cuantas mesas de madera y varios jóvenes frente a ordenadores, jugando/trabajando. Ahí está la oca junto a una chica mulata de pelo negro y rizado que está entusiasmada dibujando mundos, espacios, laberintos con el ordenador, como diseñando un videojuego. Me siento agradecido a la oca ya que puedo participar de esta energía creativa en este lugar.

Me meto en la ducha en casa. Hay un montón de gente en el baño y la oca se mete conmigo en la ducha. Es todo muy loco. Hay un juego con las toallas, muchas toallas. Al rozarme con la oca en la ducha, tengo una erección, pero no tendré ninguna relación sexual porque la oca sale enseguida de la ducha. Entonces me avergüenzo de mi erección que queda al descubierto; hay un montón de chicas ahí fuera.

Sabina me dice de ir a casa de su familia. Va con su novio. Es tentador pero no quiero ir. Ella está muy guapa y serena. Me dice: “¿Quieres venir a mi casa?”.

2 comentarios en “2015.08.16”

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