Hoy me siento fatal, siento que tengo mucho que hacer pero me falta claridad y seguridad en mí mismo. Salgo a caminar por Poble Sec para recomponerme. Al pasar por Paralelo para volver a casa, sale a mi encuentro un hombre ciego. Me pide que le acompañe a la compañía de la luz. Le cojo del brazo para llevarle a las cercanas oficinas mientras mis ojos desbordan lágrimas.