2023.07.25

No sé a raíz de qué pero en un momento dado comienzo a despotricar contra Tiago y Lucia. Me voy calentando bajo los efectos del vino y me convierto en una especie de monstruo enajenado que desea la muerte de Lucía y que casi rompe una botella de vino en la cabeza de Tiago. Mi ira se dirige de uno al otro alternativamente, culpándoles de mi frustración y de mis problemas. Todo teatro, algo cercano al límite e irrespetuoso pero necesario de algún modo. Una catarsis en la que saco a relucir todo el deseo sexual insatisfecho que he ido acumulando estos días hacia mi amigo y el miedo que me genera mi relación con mi amiga.

Me voy a dormir sin despedirme de Tiago, que se va mañana a Brasil pero, por la tarde, tras una inquietante siesta, cojo el tren a Barcelona para hacerlo. Hoy dormiré con Tiago en un estrecho sofá pero sin desearlo, sin agobiarme y sin agobiarlo.

Hoy mi madre me ha mandado un mensaje diciéndome que es san Alberto Mártir.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *