Estoy tranquilamente pasando la mañana en mi cabaña. Me comunico con Isabel que me cuenta que tiene un viaje programado para Amsterdam para mediados de abril del año que viene. Mi vecino es holandés y, hablando con él, había ido pensando últimamente en preparar un viaje a Holanda. Decido ir a encontrarme con Isabel allá. Miro el calendario y compruebo que aún no he arrancado la hoja de noviembre. Junto a las fechas hay una típica foto de Amsterdam y los canales acompañada de una cita del evangelio de Juan:
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Recuerdo cuando en Piñeiro, en agosto del año pasado Isabel hizo un comentario sobre un calendario de pared que había en el salón: «da mal feng shui tener un calendario antiguo».