Playa de las salinas del Carmen ~ Betancuria //
Me levanto con el sol. Sin desayunar porque no tengo comida emprendo el camino hacia el interior del barranco. Son las nueve de la mañana. Al principio voy en bici pero enseguida tengo que continuar andando porque el camino es demasiado pedregoso. Tras una hora o así enlazo con una carretera que me conduce a Antigua. Hace sol y tengo el viento en contra. Desayuno en la única cafeteria abierta y me quedo un buen rato hasta que sobre las 14:00 h salgo hacia Betancuria. Hasta aquí el camino había sido fácil pero ahora es extremadamente duro. Sólo cinco kilómetros y medio de los cuales cuatro son de gran pendiente, por lo que he de arrastrar la bici. Lo hago controlando mucho siendo muy consciente de mi cuerpo, de como distribuyo la fuerza, con cuidado de no resbalarme con las pequeñas piedras volcánicas del camino. En todo caso, viviendo a tope el presente sin pensar mucho en lo que falta para llegar arriba. Me siento muy pleno en medio del esfuerzo. Llego a Betancuria tras una agradable bajada que me sitúa en una llana carretera que desemboca en el pueblo. En el pueblo compro algo de comer y continúo hacia Casillas, hacia el norte, hasta que encuentro un buen lugar para acampar a media subida. Ya de noche vuelve a soplar con fuerza el viento.
