Montignac //
Me despierto de madrugada. No pensaba desayunar pero al final me quedo, aprovecho. Así termina de secarse todo bien. Nada más levantarme me pongo a hacer flexiones para la rodilla junto al nido de avispones. No me acuerdo que están ahí. Me pican dos: uno en el pie derecho y otro en la articulación de la rodilla derecha. Es muy doloroso. Mueren, no sé si de mis manotazos, de haberme clavado el aguijón o de todo junto. Al rato viene un hombre, el propietario del lugar donde estoy. No pone problema por haberme quedado aquí a pasar la noche. Desayuno, recojo todo y voy para le pueblo. Quiero cargar móviles, ordenador y escribir, así que me quedo en una tetería. Marie habla con unos clientes de bacterias en los bichos. Me miro el pie que está hinchado. Arcilla. dolor. No puedo acabar el texto. Salgo. Son más de las 12:00 h. La gente empieza a comer. Me voy al río a curarme el pie con arcilla. Luego al castillo a esperar a Hervé (Marie me lo ha recomendado). Como, hablo con Esther. Hervé no viene. El castillo da mal rollo. Vuelvo al bar. Voy al médico. Empiezo tratamiento antihistamínico, cortisona. Vuelvo al bar. Marie me habla de Nicole. Me instalo en Albizia.
Pingback: 2017.05.07 - Vida, muerte y espectaculo