Pals ~ Ribes //
Pals, 7:15 h.
Hubo un día en que todo era C: Canal de Midi, Castelnaudary, Carcassonne, Caunes-Minervois. Otro día fue todo T: Tautavel, Tuchan, Thuir, Tech, Têt. Hoy todo es P: Pals, Palafrugell, Palamós, Platja d’Aro.
Estoy en uno de los pueblos más bonitos de Cataluña y he pasado una noche absolutamente horrible. Desde luego la peor de este viaje, la única realmente mala y una de las peores de mi vida.
Estoy en este portal desde que empezó a anochecer ayer, sobre las 18:30 h, así que llevo más de doce horas aquí. Y menos mal que finalmente decidí quedarme aquí y no en la torre de enfrente, porque ahí unas cuantas palomas tienen su nido y han estado aparcando coches enfrente hasta bien entrada la noche. Frente a mí pasan coches también, muchos, especialmente entre las ocho y diez de la tarde, que es cuando supongo la gente sale de trabajar. Desde que me instalé aquí estoy sin batería en el móvil y prácticamente sin agua, así que mi cena consiste en pan tostado con aceite, pepino y vinagre de Módena, mermelada de mandarina y cacahuetes. Luego me llegó el agua para hacerme un té.
Aparte de la lluvia sobre todo ha soplado un viento brutal, despiadado, que continuamente me levantaba la manta y movía el plástico sobre el que puse la esterilla, provocando un ruido muy molesto, levantando la arena del suelo, que se ,me metía en la nariz. En ocasiones, el viento era tan fuerte que levantaba la esterilla. Toda la noche he tenido frente a mí la luz de dos faroles que iluminaban la plaza y cuya luz me daba en toda la cara, lo que me obligaba a taparme los ojos con una camiseta. A las once de la noche llegaron unos hombres y se pusieron a descargar un montón de enormes puntales de hierro, haciendo un ruido ensordecedor. Luego los transportaban de un lado a otro de la plaza, frente a mis narices, volviéndose a repetirse la serie de estruendos. Cuando por fin pude dormirme, me dio un ataque de calor y me tuve que quitar toda la ropa porque estaba empapado de sudor. Me ha picado mucho el culo y me ha dolido mucho la rodilla. Las campanas de la iglesia tocaban los cuartos y dos veces las enteras, así que he sabido con precisión cuando eran las doce, la una, las tres, las cinco y las siete, hora a la que por fin me he levantado. Y creo que no me dejo nada. Ahora el cielo está nublado y amenaza lluvia. Hace viento, pero no como esta noche y empiezan a pasar personas y coches por aquí. Y sin embargo, extrañamente, estoy contento y creo que es porque he sobrevivido a este infierno nocturno y se abren nuevas posibilidades. Vivir, al fin y al cabo es esto: una aventura imprevisible. A veces lo tienes todo a tu favor y otras veces en contra pero la vida sigue su ritmo y no hay ningún motivo para lamentarse.
Palamós, 10:15 h.
Estoy en un bar del puerto de Palamós, con un montón de hombres que parecen gente del puerto parada porque no puede trabajar por le lluvia. He venido hasta aquí por autovía, bastante rápido. Nada más salir de Pals se ha puesto a llover. Llueve un montón. Menos mal que ya he salido preparado para la lluvia y lo llevo bastante bien.
Unos 10 minutos antes de llegar a Palamós se ha puesto a llover de verdad y he llegado a este bar completamente mojado. Me he quitado chubasquero, pantalón y zapatillas y estoy haciendo tiempo para ver si se seca todo y me termino de secar yo. Me preocupan especialmente los pies, ya que aunque llevo los calcetines de lana que me compré en Puigcerdà, las zapatillas están mojadas y no son impermeables y me calan los pies. Así que mientras siga la cosa así no puedo seguir pedaleando. No tiene visos de parar de llover.
Me gustaría poder llegar hoy a Caldes de Malavella y según vea coger un tren a Barcelona para adelantar camino. Tengo ganas de lavarme, no tengo comida, muy poco gas y esta tarde empezaré a notar el cansancio de no haber dormido esta noche. Además la bici me está fallando desde hace ya un par de días. Los cambios no van bien y quiero llevarla al Pere. Además quiero pasar yo mismo por médicos varios para tratarme la rodilla y la piel. Puede que el viaje esté llegando a su fin. Cojo un bus para volver a Barcelona. Llego a las 16:00 h a Ribes con el tren.